carnaval en el cole

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miércoles, 18 de diciembre de 2013

¿Qué podemos hacer para favorecer la vuelta a la rutina?


  • Procura que unos días antes del final de las vacaciones, los niños vayan poco a poco volviendo a sus horarios y rutinas. Lo mejor es hacerlo paulatinamente, por ejemplo intentaremos que cada día se acuesten un poco antes y se levanten un poco antes.
  • Al igual que los adultos, los más pequeños tendrán unos días en los que se muestren tal vez tristes, irritados, cansados, etc. No debemos preocuparnos por ello, es algo común. Ten paciencia dales cariño  y procura entenderlos.
  • El día antes de la vuelta al cole anima al niño o niña con mensajes positivos. Puedes decirle: “ que bien que mañana vas a ver a todos tus amigos” “vas a poder jugar con ellos” “les contaras lo que has hecho en las vacaciones y los regalos que tienes”
  • Un rato antes de la hora de irse a la cama, sigue el ritual habitual de rutinas y evita la actividad. Procura que cenen pronto, que el baño sea relajado, que las actividades sean relajantes, evita juegos que impliquen actividad. Cuéntales un cuento, una película en la televisión, etc.
  • El primer día de cole, es normal que les cueste levantarse. Por ello tómalo con calma y hazlo con el tiempo suficiente, si van corriendo al cole comenzaran la vuelta alterados. Por ello es importante que aunque les cueste despertar, lo hagan con tiempo.
  • Haz que el camino al cole sea tranquilo y aprovéchalo para continuar con los mensajes positivos, anímales para que vuelvan a su actividad diaria.
  • A la salida del cole, déjales un tiempo de esparcimiento. Después de este tiempo de juego, haz que se siente un rato a realizar alguna tarea (aunque no tenga deberes), el tiempo para esto ha de ser breve, no buscamos que el niño se agote, sino que vuelva a la rutina tranquilo, sin cansancio y sin alterarse.  Haz que lea algo que le guste, cuéntale un cuento (si es pequeño).
  • Sigue con estas pautas cada día, y poco a poco los pequeños se irán habituando.  Es normal que estén alterados y cansados y que nos alteren a nosotros, pero tengamos paciencia con ellos, no dejes que se salgan con la suya y proporcionales tranquilidad y mensajes positivos.
Celia Rodriguez para Educapeques

Escuela de padres: Vuelta a la rutina tras las vacaciones de Navidad 

Las navidades son unas vacaciones especiales para los más pequeños. Están llenas de magia y de ilusión. En pocos días se suceden varios festejos importantes. Es inevitable que en estas fiestas los niños y niñas dejen sus rutinas a un lado, los horarios de comidas, las horas de acostarse y de levantarse, etc.
Los acontecimientos especiales hacen que los niños y niñas desconecten completamente de sus actividades lectivas y de los hábitos comunes de su día a día.
Escuela de padres: Vuelta a la rutina tras las vacaciones de Navidad

Niños desobedientes: ¿Qué hago?

La disciplina no es un castigo. La disciplina ayuda a que los niños aprendan a comportarse de manera adecuada para su edad y su nivel de desarrollo. Está comprobado que los niños necesitan que los adultos les pongan límites y los hagan sentir seguros de qué es lo que pueden hacer y qué no; eso sí, nunca deben sentirse amenazados ni temerosos, hay que enseñarles con amor y respeto.
Esta es una edad difícil en cuanto a disciplina, ya que los niños quieren hacer valer sus derechos pero les cuesta trabajo respetar los de los demás y pedir las cosas de buena manera.
Los especialistas en materia de disciplina infantil siempre recomiendan las siguientes estrategias para niños a partir de 4-5 años:

5 Reglas de oro para niños desobedientes



1. Establecer límites. El establecer límites de manera coherente ayuda a que los niños se sientan tranquilos y seguros. Utiliza términos sencillos que él pueda entender y con instrucciones positivas dichas en un tono amable, como por ejemplo, “Por favor guarda tu juguete ahora mismo”; o “Por favor, habla en un tono más bajo y calmado”, en lugar de decir “¡No grites!”. Ofrece advertencias y avisos (usa las palabras “cuando” y “entonces” como un aviso sobre algo, en lugar de emitir amenazas).
2. Ignorar. Algunos comportamientos que no son peligrosos para el niño o para los demás deberían ser ignorados (por ejemplo: el tono quejoso, el discutirlo todo, el usar malas palabras, o el tener alguna rabieta). Muchas veces, simplemente haciendo caso omiso, cesa en su mal comportamiento. Si te es difícil ignorarle en ciertos casos, puedes llevar a cabo los siguientes trucos: Evita discutir o mirarle a los ojos; aléjate de él, pero permanece en la misma habitación; distráele con algo divertido que hacer juntos; alaba un comportamiento positivo (por ejemplo:”Me gusta mucho cuando en vez de gritarme me explicas por qué estás enfadado”).
3. Tiempo aparte. Es un método que sirve para ayudar a los niños a calmarse y recuperar el autocontrol, a la vez que lo recuperan los propios padres para evitar entrar en una espiral de gritos. Esta técnica no debe usarse nunca con niños menores de dos años. Si el niño tiene entre 4 y 5 años, el máximo que deben estar en otra habitación calmándose es de 5 minutos. Una vez más tranquilos, hay que explicarle lo que había hecho mal y cómo corregirlo en voz pausada.
4. Enseñar las consecuencias. Si el niño comprende que su mal comportamiento tiene consecuencias desagradables, entenderá por qué no debe hacerlo, sobre todo si le puede acarrear a él o a las personas que quiere un daño. Si está jugando con cerillas, se puede quemar; si se le pide que deje de tirar la pelota y no lo hace, se la quitaréis, etc.

5. Pérdida de privilegios. Cuando un niño tiene edad suficiente para entender que se le quitará un privilegio si continúa comportándose mal, esto puede ser una experiencia instructiva. Si le ofreces la opción de parar, le enseñas las opciones y las consecuencias y aún así continúa actuando mal, quítale un privilegio (que anteriormente le tienes que haber explicado, no es justo quitarle un privilegio a un niño si no se le ha advertido sobre cuáles van a ser las consecuencias). Por ejemplo, si rompe la cabeza de la muñeca de su hermana, ya no podrá volver a jugar con los juguetes de ella.
Las reglas deben ser conocidas por todos y cumplidas por toda la familia. Asimismo, ambos progenitores deben ejercer la autoridad y estar de acuerdo en las reglas impuestas. Estas deben ser claras y tener siempre la misma consecuencia. Hay que ser específico con lo que se permite, hasta dónde se permite, las circunstancias que rodean a la regla y qué sucede cuando se cumple y cuando no.
Lo interesante de este proceso es hacer a los niños responsables de su propio destino, tienen la libertad de elegir entre cumplir o no con las reglas y por lo tanto ellos deciden si ganan o pierden la concesión. En la medida en que tú confíes en su capacidad para cumplir y en la eficacia de tus propias reglas, tendrás éxito en el gran reto de disciplinar a tus hijos.
Escuela para padres en facebook




Ya hemos puesto los zapatos por si nos cae algo

 Nuestro árbol de Navidad





Nuestro Belén
 Preciosas estrellas hechas con materiales reciclados




 Los angelitos están hechos con papel de magdalenas






 Los tres reyes magos
 Estas figuras estan hechas con chapas y material reciclable


Ayer 17 de Diciembre celebramos la fiesta de fin de año y nos comimos 12 gusanitos